jueves, 26 de julio de 2012

En busca del equilibrio perdido...




Acabo de llegar del Encuentro Internacional de Políticas Públicas, desarrollo social y cooperativismo: compromisos para el futuro, en la hermosa y - vale la pena decir - clasista y elitista Cartagena, y producto de que viajé sola, sin el típico "parche" o "combo" en que suele asistir la gente a estos eventos, varias cosas capturaron poderosamente mi atención, tanto en el entorno como en mi misma, que bien vale la pena escribir, para no olvidar, para reflexionar...

Afuera de mí...
  • Pese a que el modelo imperante capitalista impone como una de sus máximas el individualismo, hay en el mundo un modelo alterno que es el de la economía solidaria, que sea bueno, regular o malo en su implementación, existe y vale la pena analizar y ojalá potenciar porque tiene elementos fundamentales para el desarrollo humano tales como la asociatividad, la redistribución del ingreso, la educación y la solidaridad, de la mano de la posibilidad de construir colectivamente una fuente de generación de ingresos, que bien puede aplicarse para superar dificultades económicas y generar fuentes de empleos dignos, en nuestras realidades excluyentes y económicamente desiguales. Había en el lugar tantas cooperativas, fondos de empleados, fundaciones y corporaciones, que caramba, existen!!! Qué bueno sería canalizar esas experiencias positivas hacia la resistencia frente al modelo capitalista, desde esos espacios micro, para generar procesos de desarrollo sostenible.
  • Otra cosa que me llama la atención es el hecho de que en casi todos los eventos de este tipo a los que he asistido, un 70% de la  gente va a pasear, no a aprender ni mucho menos a incidir.
  • Algo interesante para el análisis es que la mayoría (9 de 10) de los expertos nacionales e internacionales participantes en el encuentro como conferencistas son hombres. La mayor parte de los asistentes tambien, y por supuesto el grado de participación activa (intervenciones en las plenarias) tambien es en su mayoría masculina.
  • Hoy por hoy, buena parte de la gente tiene mucha dificultad para desconectarse de lo virtual y concentrarse en el evento en el que están. No sólo me refiero al encuentro académico, sino a los espacios sociales que compartimos. Se pierde la concentración en el aprendizaje, en el intercambio con las personas que están presentes, la conexión con el paisaje, y el maravilloso don y arte de la observación, por estar entretenido con el Blackberry, el portátil, el tablet, etc, etc. Por artefactos que se crearon para comunicarnos, estamos perdiendo cada vez más la capacidad de relacionarnos DIRECTAMENTE, frente a frente con el mundo.
  • En un mundo en el que lo que más se alaba y aplaude es el dinero y la belleza, es casi sublime estar en un recinto en el que se le hace venia al desarrollo intelectual, a la academia y a la solidaridad.
Y dentro de mí...

  • Me llama la atención cómo me siento de cómoda en el mundo académico, cómo me identifico con esos expertos y cómo me visualizo así en el futuro.
  • Un tema sobre el cual reflexioné en el encuentro es que hay una diferencia entre trabajo y desarrollo profesional. Es decir, hay personas que trabajan con la única finalidad de tener una remuneración y otras, como yo, que además de la remuneración busca el desarrollo profesional y el aporte a la sociedad. Luego entonces en mí no aplica el lema de que dejo a mis hijas con niñera porque la plata no alcanza. Salgo a trabajar porque me genera ingreso para mi hogar pero sobre todo porque me siento plena asumiendo un rol relevante en la búsqueda de mejores condiciones de vida en una sociedad y anhelo crecer tanto en esa área como en mi rol de madre, esposa y mujer. Anhelo como mujer, participar en espacios públicos...eso, definitivamente es más que salir a trabajar para que a mi esposo y a mi nos alcance la platica.
  • Algo muy importante que vivencio día a día es que mi condición de madre me dificulta crecer profesionalmente -creo que esta es una regularidad con la que lidiamos las mujeres y tal vez por eso aún con tantos avances en el tema de la reivindicación de los derechos de las mujeres, seguimos viendo la primacía del hombre sobre la mujer en los espacios públicos haciendo incidencia-. Sin embargo, ser madre es la condición de mí que más me importa en este momento, aun cuando mi crecimiento profesional compite a diario en mi orden de prioridades...Esto lo digo por la odisea que significó para mí la asistencia a este encuentro, para el cual tuve que viajar de Santa Marta a Cartagena 8 horas diarias en dos días seguidos, para poder llegar a mi casa a darle seno a mi hija menor, privándome de una de las discusiones en mesa de trabajo sobre la incidencia política del movimiento cooperativo y los casos de Chile, Argentina y Colombia que tanto me interesaban y tambien, por qué no decirlo, de pasar una noche en Cartagena, una noche en términos de SRD, "bien pequeña para estar sola", de esas que hace años no tengo (paréntesis necesario para decir que me asombra como muchos hombres no dimensionan las implicaciones que tiene para una mujer criar hijos y trabajar). Pero luego de esa travesía, llegar a mi casa y ver a mis hijas me reconfortó tanto que valió la pena. Y posponer, concertar, equilibrar mi vida de madre y esposa con mi crecimiento como Trabajadora Social, es mi mayor reto...porque son mis dos grandes pasiones!!!
Así que, ¡Vamos por el equilibrio perdido!


1 comentario:

  1. Lorena.....te diré una cosa...conozco por tu blog (paso calladita) cómo trabajas y también eres un ejemplo de mujer!!!!Vaya si lo eres!!!!
    Un besazo!!!!

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