El camino a la excelencia...

Hace poco, una psicóloga social de profesión, madre de dos hijos, en medio de una conversación sobre los múltiples roles de la mujer en la actualidad, me decía que ella había concluido que para poder cumplir en el ámbito maternal y laboral paralelamente, había que conformarse con ser buena, no excelente, porque la excelencia sería imposible de lograr...

Mientras tanto, en muchos artículos de actualidad de blogs que frecuento, hombres y mujeres señalan que sí es posible, que el equilibrio se puede lograr y la mujer puede llegar a alcanzar un alto desempeño profesional y seguir al frente de la crianza de sus hijos exitosamente. Lo muestran generalmente de una manera superficial y fácil, como quien no lo ha vivido de cerca...

Este, es un tema que me apasiona saben?, me trasnocha, como dice uno popularmente...porque si hay dos roles que yo amo en mi vida es el de la maternidad y el de mi ser como Trabajadora Social...y mi cotidianidad es una lucha constante por la búsqueda de ese estado Zen en el que se equilibre mi mundo y no muera en el intento...Y, por lo menos para mí, no es fácil...No es fácil asumir paralelamente tantas responsabilidades, por más que sean planeadas y añoradas...En un sólo día pueden presentarse tantos retos que uno resulta exhausto, felíz, pero exhausto, y en muchos de los últimos días he sentido que hay tantas prioridades que no puedo darme el "lujo" de sentarme a no hacer nada, a estar sólo conmigo...

Ahora, podría elegir el camino de mi amiga psicóloga y ser sólo buena, o podría mentirles y mentirme a mí misma diciéndoles que es fácil y perfecto. Pero ninguno de los dos caminos está en mi corazón. Mi sentir es que los seres humanos debemos caminar por la vida buscando la felicidad, tratando de vivenciarla cada que sea posible. Pero también creo que una de nuestras tareas fundamentales es buscar la excelencia en cada una de nuestras actuaciones...muchas personas me han tachado de egocéntrica, y en buena medida lo soy...Siempre he creído que nací para grandes cosas...Siento que mi deber es crecer personal y profesionalmente y aportarle eso al mundo, a mis hijas, a mi entorno, a mí misma... No sé que tan malo sea, pero si sé que es difícil...más fácil sería conformarme con un empleo promedio, con un ingreso promedio y con ver a mis hijas por las noches, desgastando mi matrimonio y mi propio ser...Pero no podría elegir ese camino, porque mi camino debe dejar huella significativa en el mundo, para que todo este caos cobre sentido...

Como siempre, es mi cabeza desordenada la que escribe, o mejor, mi alma, mi alma que me viene pidiendo a gritos que no me pierda en la cotidianidad, en el conformismo, en los consejos de los demás...Mi alma me pide que sea coherente con mis proyecciones, con mis sueños más íntimos...

Y saben qué? En eso ando...Renuncié de un trabajo en cuyo desempeño me sentía ahogada, esclavizada, perdida...Luego de reflexionar mucho, llegué a la conclusión de que si mi prioridad eran mis hijas como tan a menudo lo señalaba, no estaba siendo coherente con ese sentir dedicándoles tan poco tiempo y con tan poca energía, puesto que mi trabajo me succionaba.

Podía continuar así hasta que llegara una mejor oportunidad, o podía tomar la decisión. Y la tomé. Vencí mi miedo y me lancé al agua...

El resultado ha sido maravilloso. He dejado que mi mente vuele construyendo opciones de desempeño profesional de una manera equilibrada con las otras dimensiones de mi ser...y al sentirme libre han empezado a fluir las cosas...Irónicamente en la misma empresa en la que trabajaba me han ofrecido trabajo por proyectos, con una libertad que le agradezco al universo. Y aquí estoy, en casa, en un día laboral, sin más sentido del tiempo que el de tener que recoger a mi hija mayor al jardín, disfrutando de mí, de mis hijas, de la vida...sintiéndome felíz, enamorada y productiva...

Y es que en definitiva, cada quien debe construir el propósito de su vida, o escuchar las señales del universo para identificarlo...yo, luego de una profunda crisis existencial, siento que estoy en el lugar indicado, caminando hacia la excelencia, y dejando que fluya el Amor...