Encuentro Segundacitero... Alma en vuelo!

Le debo a mis amigos segundaciteros que no asistieron al encuentro, a mis amigos de siempre, a los de ahora, pero sobre todo a mi corazón, como recuerdo cuando la memoria me falle, escribir mi experiencia de viaje a Cuba, en el que cumplí uno de mis grandes sueños: Conocer a Silvio Rodríguez, y en el que, a través de él, se fueron forjando otros anhelos de abrazos prometidos con personas de muchas partes del mundo, que por un regalo del universo, pudieron darse.

 

Para nadie es un secreto que soy silviófila, desde mi época universitaria, cuando "Ojalá", "La era está pariendo un corazón" y otras tantas canciones llegaron a mis oídos. Sin embargo, pensar en la idea de asistir a un concierto suyo era una utopía, no era común en esos tiempos, mucho menos en Colombia, donde las ideas políticas de Silvio no son muy bien vistas, por lo menos no en quienes organizan este tipo de eventos. Aún así, se dio, asistí con mi amiga de toda la vida a un concierto suyo en Medellín, en el año 2010, unos meses después de que este poeta y trovador se decidiera a crear un blog llamado Segunda Cita, el cual yo empecé a frecuentar días despúes.

 

Tanto trascendió la calidez y el intercambio de ideas en ese blog, que pasamos de ser un blog cualquiera a un verdadero encuentro de amigos. Se ha construido una gran familia latinoamericana y gracias al empeño e iniciativa de amigas cubanas, argentinas y una nica, se logró concretar esta cita, la celebración del quinto aniversario de Segunda Cita, en el Centro Pablo de la Torriente Brau. Paralelo a este encuentro se fueron consolidando otras actividades, como el recorrido por el río Ariguanabo en San Antonio de los Baños, donde nació Silvio, así como su recital en el barrio Casablanca en La Habana, en el marco de su interminable gira por los barrios, llevando las expresiones artísticas a poblaciones vulnerables.

 

Es difícil verbalizar lo vivido! Fueron muchas emociones en muy pocos días! Para mí además se trataba de la posibilidad de movilizarme, de ser capaz de anteponer un sueño muy mío a mi rol de madre, porque aunque se tratara de una semana, era la primera vez que me separaba de mis hijas por razones "no laborales", por razones del alma, del corazón, y esto es un tema complejo, generador de señalamientos, y lo peor, de culpas. Así que en este viaje fui capaz de elaborar esa culpa y disfrutar un espacio para mí, a sabiendas de que mis hijas estaban bajo la responsabilidad de su padre, quien efectivamente las protegió y cuidó amorosamente.

 

Las chicas segundaciteras concertamos encontrarnos en la estación del tren en La Habana, con la ilusión de ir a San Antonio de los Baños en este medio de transporte. Llegué con Johana, mi compañera de viaje, y a la primera que vi fue a Macarena. Dudando me acerqué y al constatar su identidad, nos abrazamos felices. Luego apareció la argentina brasilera Julieta gitana, a quien tanto he disfrutado leyendo. Resultó ser muy diferente físicamente a esa imagen que tenía de ella, pero tan afin a mí que desde ese momento no paramos de hablar. Allí estaba Victoria de Chile, tímida (y mira con lo que nos salió al final, besando a Silvio en las fotografías) y hermosa rubia. Apareció la bella Yamyris, con girasoles para cada una de nosotras, y así fueron llegando una a una, esas hermosas mujeres que brillan con luz propia. La Tucu, Vivian, Arlen, a quienes abracé tanto!!! Finalmente nos fuimos en una guagua (bus), y luego en un camión, porque el tren estaba "roto". Gracias a eso conocimos a un chico llamado "Pepe" quien desinteresadamente nos guió hasta nuestro destino y nos dejó en la puerta de la casa de Giraldo y Alberto, biólogo y geógrafo amigos de Silvio, cuyo trato y atención me hicieron confirmar que el espíritu cubano se caracteriza por la solidaridad y el don de servicio, en el mejor sentido de la palabra.

 

La Tucu y Yamyris en la estación del tren

 

 

El río fue toda una experiencia, lo recorrimos en una lancha, y lo que empezó como una tenue llovizna se convirtió en el primer aguacero de mayo que se vino abajo con todos los juguetes (brisa, truenos, varada de lancha, mojada colectiva, senderismo para poder llegar al pueblo, en fin). La gente nos miraba desde la ventana y nosotras seguíamos a nuestros anfitriones quienes se gozaron tanto esta expedición como nosotras. Lo que vino después fue un almuerzo tan ameno y lleno de contenido que me sentí como en un evento académico, pero no ese de conferencistas lejanos, sino con entrañables amigos. Mi eterna gratitud con esos dos maravillosos hombres con quienes recorrimos el río y el pueblo intercambiando realidades latinoamericanas.

Río Ariguanabo

 

 

Giraldo, doctor en biología y Amigo del río

En casa de Giraldo, Victoria, Julieta, Johana, Pepe, Vivian, Lorena, Tucu, Maca

Monumento al río, segundaciteras con Alberto, geógrafo y amigo del río

 

 

Y llegó el día del recital en Casablanca. Desde temprano estuvimos Johana, Julieta y yo recorriendo La Habana, ciudad que me enamoró y que me ha llenado de un deseo inmenso de volver, para caminar por ella y conocerla en realidad. Llegamos en una especie de ferri que atraviesa el mar, y en el lugar del concierto pude conocer a Doris, Alida, Mariluz, Gabita, Lupe, Armando, Eduardo, Stella, y por supuesto a  Lien y su tropa guajira (divina, en realidad divina mujer).

 

Abrazando a Doris

Alida!

Sueño cumplido con Vivian

 

Y muy a las 7 en punto, cuando todavía no oscurecía, Silvio irrumpe en la tarima y presenta el recital. Y dice entre otras cosas: "y a la gente de Segunda Cita, esto es serio, y sonríe" y yo, obnubilada, apenas si podía respirar, en primera fila, junto a Victoria y a Vivian, sonriendo para no llorar, con el corazón en la mano. Luego llega Víctor Casaus, y posterior a la presentación majestuosa de una agrupación local, Silvio nos deleita con su voz y su extraordinaria puesta en escena, allí, en un barrio cualquiera, como si estuviera en la cancha de mi barrio, tan cercano y cotidiano que no lo podía creer. Entre las canciones que recuerdo que cantó estuvieron Reparador de sueños, En cuál de estos planetas, Dibujo de mujer con sombrero, La era está pariendo un corazón, Pequeña serenata diurna, Cita con ángeles y Ojalá. Yo, miraba a mi alrededor, tantas caras conocidas, y respiraba la isla, y parecía un sueño. Tal vez haya sido un sueño. Su voz, su maravillosa voz y esos arreglos a cada canción, fueron de lo más bello que esta alma ha vivido. Sin embargo, pese a la gran carga emotiva que tenía, sólo fue con Ojalá que las lágrimas llegaron (cosa que no le pasó a la mayoría, y si no pregúntenle a Julieta, que lloró tanto que me produjo risa, porque la pobre no podía contenerse). Con Ojalá afloró mi amor más grande, mi mente se inundó de recuerdos y simplemente lloré. Lloré de felicidad y lloré de Amor.

En este concierto me encantó escuchar a un señor gritando: "Silvio, aquí todos somos viejos! Ojalá, La era está pariendo un corazón!!!!" Creo que a Silvio también le agradó porque le dio gusto a su público.

 

 

Al finalizar el recital, intentamos acercarnos a Silvio. Él se acercó a la gente, firmó autógrafos, dio abrazos y finalmente buscó su carro. Julieta gitana, Victoria y yo estábamos justo enfrente del carro, pasó al lado de las tres, y no fuimos capaces de decir ni una sola palabra! Estábamos obnubiladas, completamente paralizadas. Sólo lo vimos irse y regresamos a casa en la guagua segundacitera, felices y agotadas.

 

Y sin recuperarme de esta hermosa vivencia, llegó el día del encuentro segundacitero. A veces uno anhela tanto algo que cuando lo vive, es como si lo hubiese soñado. Ahora que lo pienso creo que deberíamos darle más valor a nuestros sueños, esos que se construyen despiertos, porque deseamos tanto algo que podemos crear situaciones tan hermosas y a fuerza de tanto imaginarlas, podemos hacer de ellas un recuerdo, algo vivido.

 

Yo siento que todo ese día fue un sueño. Ver a los segundaciteros, incluidos el gran Vicente Feliú y Víctor Casaus, Aurora, Vivian, Tucu, Julieta, Lien, Yamyris, Arlen, Doris, Mariluz, Mimí (a quien conocí ese día), Nuris, Escaramujo, Lupe, Victoria, Stellita, Chema, Armando, Sergio, Bárbara, Rey, la polilla cubana (a quien sólo pude ver de lejos pero que me emocionó hasta los huesos con su llanto), Macarena, Gabita, Anabella, y sentir todo ese amor en ese patio de yagrumas, eso fue entrañable. No nos alcanzó el tiempo. Somos una gran familia en realidad, eso fue lo que sentí ese día.

 

Tinto!

Con la nica, la presentadora oficial del evento jejeje

Yo temía mucho que de mi boca parlanchina no saliera ni media palabra en cuanto viera a Silvio, pero no fue así. Confieso que me ubiqué en la entrada del patio para poder abrazarlo en cuanto lo viera, y así fue. Alguien dijo: "ya llegó" y mi corazón se aceleró. Cuando reaccioné, lo tenía al frente. Le dije: Hola Silvio, Lorena.  Y lo abracé. Y él me respondió: Yo sé quién eres, ¿Cómo están las niñas? En ese momento mis nervios se fueron y le conté que estaban con su papá, esperando que les enviara fotos con el señor que canta La gota de rocío. Fueron llegando uno a uno los asistentes para saludarlo mientras él iba avanzando lentamente hacia el lugar que le habían reservado para el evento.

Un abrazo reparador, fotografía de Willian Silveira

 

 

Ese fue mi segundo momento de llanto. Fui a sentarme porque sentía que mi cuerpo no me estaba respondiendo, y lloré. Era tan increíble! Verlo tan humano, pero sobre todo tan cercano! Notablemente abrumado por todos nosotros queriendo abrazarlo y saludarlo, se comportó de una manera tan generosa que me hace pensar en la palabra coherencia. Y bueno, afortunadamente, en todo momento estuvieron las cubanitas tratando de llamarnos al orden, para que nuestro Silvio no huyera despavorido por tanta mujer loca llorando y saltándole encima.

 

El evento dio inicio con la Nica (Arlen) como maestra de ceremonias, lo cual hizo el evento aún más cálido, más entre amigos. Aquí es cuando Arlen presenta a todas las "delegaciones" y Silvio nos fotografió a cada uno de nosotros. De Colombia: Lorenita!, dijo la nica, y yo me levanté, les envié besos a todos y a todas, y uno especialmente a Silvio, con todos mis sentimientos en las manos.

 

Emocionada, besos para Silvio. Fotografía de Silvio Rodríguez publicada en Segunda cita

 

 

Tuvimos la oportunidad de presenciar maravillosas presentaciones, de Rey Montalvo, un finalista o ganador de un Premio de los estudios Ojalá (me falla la memoria), Reynier Meriño y su sensacional grupo, Aurora de los Andes y Vicente Feliú, Chema y el Escaramujo.

 

La bella nica

Reynier Meriño, Aylin, Leandro

Vicente y Rey

Escaramujo y Chema

Vicente y Aurora de los Andez

Víctor Casaus

 

Luego pasamos al "cake", para conmemorar el quinto cumpleaños de Segunda cita. Doris intentaba organizarnos a todos alrededor de la torta pero no queríamos perdernos un segundo al lado de Silvio. Siento que nos dio un poco de sí a cada uno de nosotros. Así me sentí yo, con un amigo. Le entregué como regalo una mochila de la cultura indígena arhuaca, y le pedí que me firmara un libro de poesía martiana para mis hijas, y un libro para mí. Fue tan paciente ese hombre! Conversamos brevemente sobre la posibilidad de su presencia en Colombia y mientras él hablaba yo sólo pensaba: sí me reconoce!!!!!

 

Lo arrinconamos alrededor del cake! Y él acudió, estuvo ahí, de cuerpo presente en esta cita con nosotros. Mi relato puede sonar a "fan enamorada", pero en realidad es el elogio a un poeta, a un ser humano que es grande, y aún así, es tan cercano, tan real, tan cálido!

 

Fotografía tomada de Revista digital Cuba es otra historia

 

 

Salimos del centro Pablo con bolsas llenas de presentes, de Silvio, del centro Pablo, de cada una de las viajeras y viajeros a este encuentro. Y de ahí, con varada de guagua incluida, fuimos a celebrar el aniversario de Puente cubano al mundo, el blog creado por Iraida y sostenido por esa red abejita tan maravillosa que se ha construido y mantenido con los años, con la interculturalidad como bandera. Lechón, congrí, cake, baile, canto de Chema, abrazos, puesta de sol, promesas de volvernos a encontrar, en eso se resume esa otra cita.

 

Tal vez nos ven en Facebook, publicando fotos y comentando y publicando y comentando, y es porque lo que vivimos fue tan intenso, que quedamos prendidos de Cuba, de nuestro encuentro y tenemos la sensación de que dejamos algo allá. En realidad fue algo hermoso. Fue una cita que cumplimos con no pocas dificultades, pero lograr coincidir, ha sido, por lo menos para esta alma, una de las experiencias más liberadoras, sublimes y entrañables. Sólo tengo agradecimiento para esas hermosas cubanas (donde también incluyo a la nica-cubana) por haber pensado en este encuentro y trabajar por él durante un año. Agradecimiento a Vivian, quien encendió la llamita en mí y generó un cambio de itinerario, de Machu Picchu a La Habana. Agradecimiento a Johana por ser mi compañera hasta en la novatada del avión. Agradecimiento a Silvio, por ser. Y a todos y cada uno de los que fueron, y los que no fueron, cuyo corazón estuvo ahí, merodeando entre las yagrumas.

 

Segundaciteros: Anabella, Gabita, Lien, Mimí, Maca, Lupe, Vivian, Arlen, Stella, Mariluz, Tucu, Victoria, Escaramujo, Sergio, Yamy, Julieta, Lorena, Chema, Armando

 

 

Cuba es y será para mí, un lugar de solidaridad, de amor, y de libertad.