30...¿Coqueta y próspera?

Al llegar al momento de cumplir 30 años, no puedo evitar mirar hacia atras, y hacia adelante, evaluando mi existencia y mis perspectivas...






Bien, lo primero es que no sé en qué momento han pasado tres décadas...pareciera un suspiro!!!






Pero lo cierto es que me la he gozado...los he vivido intensamente y en términos generales, mi vida ha resultado una experiencia bastante agradable...




El dolor mas fuerte de mi vida ha sido una ruptura amorosa, lo cual refleja que mas bien he sido de buenos momentos. Nada de muertes muy cercanas, nada de siniestros o enfermedades terribles...






Por el contrario, he tenido muchos amores, amor de padre y madre (que son una bendición enorme, haber nacido de ellos fue un premio), una familia de origen mas o menos funcional, amigos entrañables, novios, amantes, amigos con derechos, y desde hace ya cinco años, un esposo con quien disfruto caminar de la mano...






Un par de hijas que me roban suspiros, una profesión que me apasiona y un hogar por el que lucho todos los días...






Una búsqueda constante de la felicidad, de la equidad, del sentido de la vida...






Soy tan afortunada que, perdónenme la inmodestia, he tenido hasta la fortuna de contarme entre las amigos virtuales de mi cantante preferido (Silvio Rodriguez)...¿me imaginé alguna vez comunicándome con el cubano de manera tan natural? Noooo, bondades de la vida para sorprendernos...y para recordarnos que si bien tener un plan de vida es fundamental, el elemento sorpresa es el que le da el tinte mágico al asunto...






Así que llego a los treinta sintiéndome de treinta...en mi mejor momento, porque tengo maravillosas cosas para recordar y un futuro promisorio, pero sobre todo, un presente hermoso junto a un hombre que camina conmigo y dos semillitas de luz, sumado a un trabajo que me permite crecer cada día como persona y aportarle algo al mundo.






Cada día mas consciente de la infinita maravilla de despertar viva y rodeada de mis seres queridos...






Felíz por haberme permitido experimentar y disfrutar tanto mi etapa de flor de juventud y soltería, donde podía hacerlo todo, alcanzarlo todo, realizarlo todo...






Hoy, luego de lo vivido, soy felíz por el camino que se ha ido revelando frente a mi...por los amigos que se han ido, por los que permanecen, por los virtuales (más reales que muchos otros), por mi familia de origen y la que tengo ahora, por esos angelitos que salieron de mi vientre y que se han vuelto un sentido de vida, por ese hombre maravilloso que camina conmigo, por las posibilidades que me da el ser trabajadora social, por todo eso y por tanta belleza en el mundo, soy felíz, y me siento dichosa de llegar al tercer piso...de treinta, felíz, próspera y con ganas de seguirla guerreando.






¿Quién no va a sentirse felíz con tanta majestuosidad alrededor? ¿Con tantas personas maravillosas al lado?